viernes, 25 de junio de 2010

A primera vista la mirada lo dice todo

En Retiro como casi siempre había transeúntes, personas que parecieran ser refugiados en caravana peregrinando hacia un lugar más seguro, hacia una tierra prometida de sueños y de paz. Pero la Terminal porteña abrigaba para Alicia una extraña revelación, ésas que todos sabemos pero que muy pocos la experimentan, ocurrió mientras ella jugaba con una cucharita revolviendo el café que le acababan de servir.

“Yo volvía de Mar del Plata después de unas vacaciones y en realidad no teníamos mucho tiempo, pero cuando lo vi, fue zácate: Es el hombre de mi vida”, cuenta Alicia recordando la situación que ya lleva varios años atrás, casi diez estimativamente.

Con César se conoció por medio del Chat de Terra.com y le pareció un tipo interesante, médico y divorciado, de Capital Federal, la relación vía Internet fue creciendo lentamente y de manera segura.

“Hablábamos de muchas cosas, interesantes y en la mayoría coincidíamos –y aclara- no había segundas intenciones”. Sin embargo el hecho de conocerse físicamente siempre estaba latente hasta que finalmente se dio, un encuentro breve, pero lleno de matices.

“Cuando tenía que regresar a Corrientes de mis vacaciones acordamos encontrarnos en Retiro, yo tenía una hora de espera hasta que salga mi micro, al verlo podría decirse que fue un flechazo total, el era de apariencia normal, como cualquier tipo, bien vestido y de mirada agradable”.

De esa forma Alicia rememoró su encuentro con César en su e-mail enviado a radiohistoriasdeamor@gmail.com, “la sensación fue indescriptible, nunca me había pasado y además fue totalmente inesperado, no paso nada (refiere a intimar), la pasamos súper bien pero los dos estábamos como cohibidos”.

Como dice el viejo refrán, la primera impresión es lo que cuenta, y en las retinas de Alicia, César marcó a fuego esa máxima, tuvo que pasar un cierto tiempo para que ella piense en realidad qué le había pasado en el preciso instante que divisó a César en aquel café de Retiro.

“Llego mi colectivo y regresé a Corrientes, mi cabeza iba a mil, pensaba muchas cosas y todas juntas, seguimos chateando y hablándonos por teléfono”.

Meses después, “para las fiestas de fin de año, entre una de las dos”, cuenta nuestra protagonista, volvió a la Capital Federal. Pero esta vez sería para sellar su amor con César, la suerte de ambos en esta historia, estaba echada.

“Me tome un avión y el había sacado los ticket para ver a Charly García en el Luna Park”.

El gran zar del rock argentino seria el corolario de nuestra historia de amor, “presentaba Rock and roll, yo, espectacular el recital (ver En el recital...)”, recuerda Alicia.

Con esa visita a la capital de nuestro país, sumado al gran show de García, la cuestión entre los dos personajes de esta historia, quedó sellada. “Fue una relación corta pero intensa, lo principal era que había mucho feeling, entendimiento, no prosperó por motivos que en realidad ahora no interesan, me quedo con lo del principio”, afirma Alicia y vuelve sobre el inicio, aquella vez en ese café de la estación Terminal de Retiro: “Lo que siempre me voy a acordar es cuando levante la vista y lo vi”.-