viernes, 21 de mayo de 2010

Amores históricos en el Bicentenario


En nuestra historia también hubo amores furtivos, prohibidos y fueron muy pocos los que tuvieron finales felices, por lo general nuestros héroes de antaño tenían los mismos problemas que cualquier mortal.
Enamorarse de la mujer equivocada, llorar por amor, mujeriegos por naturaleza y esposas no muy decorosas, casamientos interesados y lo que era una aceptación social, hombres muy grandes casi entrados en la vejez, casados con niñas apenas llegadas a la adolescencia.

Daniel Balmaceda es periodista y escritor especializado en mostrar la parte más íntima y humana de los próceres argentinos, así lo refleja en varios de sus libros publicados durante los últimos años, mira a la historia con una lupa diferente a la de cualquier historiador y no juzga a los protagonistas.

“En el caso puntual de San Martín se lo asoció con varias mujeres de los países que él mismo libertó como ser Perú o Chile”, dijo en la entrevista de este viernes 21 de mayo concedida a “Historias de amor en la radio (FM TOTAL 104,1 mhz)”, aclaró sin embargo que “no era un mujeriego” pero de que le iba bien con el sexo opuesto de eso no hay duda.

Es más, los granaderos a caballo eran los más mirados en aquellas épocas pos Revolución de Mayo, tertulias donde iban los jinetes recogían suspiros del público femenino: “En realidad la gente de granaderos eran muy atractivos porque tenían unos uniformes nunca antes vistos, tenían uniformes espléndidos y creo que ese uniforme fue diseñado por el propio San Martín, eran hombres de una actitud muy gallarda”, explicó el autor de Historias de Corceles y Aceros, su último libro a la venta desde marzo pasado.

De hecho, el grupo elite de húsares además de haber sido ideado por el Libertador, él mismo los seleccionó y los entrenó personalmente hasta convertirlos en verdaderos guerreros, fue la primera caballería de esta parte del continente en convertirse en una perfecta máquina de guerra.

Corpulentos, de buen porte y en su mayoría con estaturas que oscilaban el metro ochenta y los dos metros, “solían ser hombres muy atractivos” y “por supuesto San Martín también tenía esas maneras”.

Balmaceda no aseguró que el gran capitán o que existan documentos que así lo afirmen, haya mantenido relaciones con mujeres durante su matrimonio con Remedios de Escalada, pero admitió que “es curioso porque en Chile sí algunos compañeros de San Martín han manifestado en sus memorias y han escrito acerca de alguna relación que haya tenido en el país trasandino y un par mas en Perú. No pasaron desapercibidas (sus maneras) entre la gente que lo frecuentaba a San Martín en aquel tiempo”.

Otro que las tenía de buen azar con las damas era Manuel Belgrano, un hombre absolutamente obsesionado con la pulcritud y su aspecto, cosas que en el 1800 no eran habituales en un caballero.
“Era quizás uno de los pocos que usaba perfumes traídos de sus viajes por Europa y siempre estaba pulcro lo que gustaba mucho a las mujeres”, contó el escritor y periodista para agregar un dato más a la personalidad de Don Manuel; “hubo hasta una mujer que lo siguió desde Europa a Buenos Aires por su aspecto muy atractivo pero cuando ella llegó Belgrano ya no estaba porque había partido con el Ejército del Norte”

Así, quitando el mito de las inclinaciones sexuales del creador de la enseña patria, Balmaceda también agregó que una hija de Belgrano (concebida con Asunción Ezcurra la hermana de Encarnación -esposa de Juan Manuel de Rosas-) terminó siendo criada y protegida por el llamado Restaurador de las Leyes.
La creencia sobre posibles inclinaciones homosexuales del prócer, radica desde aquellos tiempos en la chillona voz que tenía y en no haber alcanzado éxitos en su faceta militar.

Y hablando de homosexualidad “no creo que exista una referencia acerca de la condición sexual de los próceres que conocemos”, sostuvo Balmaceda para referirse a la época en que nacía el primer gobierno patrio, sin embargo agregó que lo “que sí podría ocurrir es de algunos casos que se detectaban en la sociedad porteña, rápidamente buscaban la forma de sacárselo de encima”.
Aquellos que eran descubiertos padecían una especie de exilio obligatorio muy parecido a una deportación: “Muchos fueron enviados a las Islas Malvinas, era como una especie de deportación y era la actitud que tenían frente a esa gente porque no entendían cómo manejarse ante ellos”.

Por último habló de por qué se dedicó a escribir libros sobre anécdotas históricas que envuelven a los máximos próceres de nuestro país, su última obra (Historias de Corceles y Aceros), justamente está ambientada en la Revolución de Mayo, en esa época. “Siendo tan humanos como nosotros hicieron cosas que son mucho más admirables porque justamente no eran Superman, a mi me parece que el revisionismo a veces cae en un pecado tan grande que es ponerse a juzgar a los próceres cuando no tenemos ni la talla ni la altura para juzgarlos, menos conocer cuáles eran los valores y entenderlos cómo eran hace 200 años, muy diferentes a los nuestros”.

En ese sentido dijo sentir “una necesidad de revisar un poco la historia desde un costado mucho más humano y eso tiene que ver con sentir una mayor identificación con aquellos hombres a través de situaciones un poco más comunes a nuestra vida cotidiana, y de esa manera sentirnos más cerca de ellos”.
Consideró que sus libros son “complementos” de los textos históricos que todos conocemos desde la escuela primaria y secundaria, “tal vez haya libros donde se hace más relevante fijar fechas y estrategias de combate o una cadena de hechos y me parece que libros como Historias de Corceles y de Aceros buscan complementar aquellas pinturas para darle un colorido más completo y poder sacarlo de una sola dimensión y es la forma de darle un poco más de vida”.

A Daniel Balmaceda, muchas GRACIAS.-

radiohistoriasdeamor@gmail.com